Locura, acto de un loco de de varios locos... . Este disco, publicado a fines de 1985 al igual que Virus mismo, es toda una provocación para ese rock argento tan macho que nunca pudo librarse de esa pose, de ese lastre (la pose macha, como bien indicaba Moris...) Aún hoy 26 años después de su publicación es tan moderno e intimidante que no ha sido superado en su carga sexual y sensual. Es el disco favorito de Federico Moura de la banda platense en la que estuvo al frente desde 1981 hasta su partida en 1988. Y motivos no le faltan.
Un piano casual, de bar o disco vacía a media luz nos da la bienvenida en la intro de "Pronta Entrega" para luego soltarse en una fiesta hedonista que se mantendrá con ciertos matices a lo largo del disco. Aquí no se habla de amor, si de placer, satisfacción y ansiedades. La celebración de los '80 evocando al amor libre de los sixties... si, ya sabemos como terminó la fiesta, pero mientras tanto bailemos en una noche de calor...
"Tomo lo que encuentro" con un synt vibrafón reafirma en un tono acasó medio melancólico que al protagonista no le importa la cuestion del amor y se va a otro lugar (Nueva York, donde vivió Fede parte de su vida) para sentirse mejor. La letra es poca y no importa, la sugerencia se mete entre el bajo y los teclados que se la pasan murmurando antes de la voz del aeropuerto que anuncia el próximo vuelo en el disco: "Pecados para dos". La insolencia de un riff hecho desde el sinte en la canción que originalmente iba a dar nombre al disco en sí. Infierno, enfermos, cositas fuera de lugar... la mágica voz de Moura nos ubica a través de palabras clave que la "sociedad normal" (y dentro de lla, muchos músicos) utilizaba para señalar a ciertas cosas que "estaban mal".
"Destino Circular" musicalmente es lo mas british del disco y tal vez de toda la obra de la banda, una gran prescencia del bajo y de los coros en el estribillo. Y mención para los teclados, que van fantasmalmente por debajo saliendo cada tanto como haciendo travesuras en el transcurso de la canción.
Abran paso para el himno de Locura: "Una Luna de Miel en la Mano", uno de los hits supremos de la historia del Rock Argentino. ¿Quien contó de esa manera tan especial algo tan poco comentado como una masturbación?. Tal vez afuera, The Divinyls con "I Touch Myself" pero años después. ¿Pero acá?. Cuando el Virus post - Moura hizo el tema en el muy recomendado cd/dvd en vivo "Caja Negra" (2006), el invitado para hacela junto a Marcelo Moura fue Ale Sergi, de Miranda!, banda que con muy poco ha sido nombrada heredera del legado de Virus... bueno, si, ponele...
El otro momento "melanco" es "Dicha Feliz", pero solo en la música, con una batería que sugiere pasos lentos en la tarde y los teclados junto a las guitarras esparcidos como los resabios de una lluvia en la copa de un árbol, por aquí y por allá... pero es solo un momento.
Todo se suelta en "Sin Disfraz". El bajo desencadena junto a esos teclados, tan modernos, el descontrol y todo, absolutamente todo vale. Cuantas frases, cuanta malicia. "En taxi v (b)oy Hotel Savoy" "Ya no se si es hoy o ayer o mañana" "Como si fuera peligroso y nudista..." guau, que carga explosiva para casi el final, que se completa con "Lugares Comunes" donde por un instante (ingeniosamente luego de "sacarse el disfraz") Federico Moura abandona su papel cínico y pide que no rompan su corazón por vanidad, aunque no sin antes decirle a su compañía que para alcanzar las fantasías solo se necesita comenzar. Todo es una ficción, una simulación (el rock entero debería ser entendido como una farsa, solo hace falta comprenderlo) Y en la obra de Virus se cierra de esta manera este gran acto llamado "Locura". La confirmación del gran momento que la banda estaba pasando llegaría con su siguiente disco, "Vivo", que oficiaba de recopilación y primer mirada hacia atrás con una gema solitaria: "Imágenes Paganas"...
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