Ya habían pasado diez años de la partida de Pedro Aznar a Boston, dejando a Serú Girán como un trío disfuncional, por lo cual editaron un disco en vivo groseramente maquillado en estudio (No Llores Por Mí, Argentina) y rápidamente David Lebón, Charly García y el propio Aznar publicaron sus respectivos discos solistas.
Al llegar 1991 la reunión de "Los Beatles Argentinos" era un secreto a voces, remarcado por un segundo disco de la dupla García/Aznar llamado "Tango 4" del que salieron no pocas ideas. Lebón editaba "Nuevas Mañanas", un disco flojísimo, como todo el último tramo de los 80 en la carrera del guitarrista y Oscar Moro ya hacía bastante que había tenido algo parecido a un éxito y fue su breve participación en Riff a mediados de la década anterior.
Quienes esperaban algo parecido a cualquiera de los cuatro discos de estudio que Serú sacó entre 1978 y 1981 se encontraron desorientados al escuchar "Queen Elizabeth" , el track instrumental compuesto por Charly que abría el primer y único disco con material nuevo de la banda en 10 años. Sin embargo, los sonidos claramente preseteados del sinte de García, sumados a toda la banda nos lleva en un instante al Buzios del 78, cuando los 4 jóvenes de ayer disfrutaban del paraíso mientras en nuestro país el infierno crecía de a poco. Luego llega "Mundo Agradable", la canción de David que lleva un inconfundible solo de viola lebónico y que se convirtió hasta en un jingle del Canal 9 de Buenos Aires. Fue el primer corte del disco y todo un muestrario del disco. ¿Para qué otra vez "Alicia en el País?. Si bien las cosas no estaban perfectas (nunca lo estarán en este bendito país) ya no era necesaria una denuncia solapada como la de aquella gran canción. Y si hacía falta, ellos, señores que ya estaban grandes (todos con cerca de 40 años y Aznar estrenando sus 30 años) estaban juntos para disfrutar haciendo música. Y este disco es sólo eso, el placer de la música en sí. Tal es así que hasta hay lugar para un tema claramente sobrante de "Filosofía Barata.." como "No puedo dejar", un rockito de bajo vuelo en donde sobresalen los coros de Pedro. Luego, otra canción de David, "Ese Tren" nos muestra el grandioso baterista que es Oscar Moro y el tremendo bajista que es Pedro.
Y es justamente el bajista, quien se transforma en el gran protagonista del disco y el director musical de esta reunión, igualando a sus compañeros y superándolos por mucho en varios momentos del disco. Ahí está como prueba "A Cada Hombre, A Cada Mujer" una hermosa composición de Aznar, que los tiene, por primera vez, a García, Aznar y Lebón uniendo sus voces en las estrofas de una canción que se ubicó directamente en el corazón y que Pedro suele tocar en sus conciertos hasta nuestros días. A continuación llega otro patinazo de García / Aznar: "Hundiendo el Titanic" hace peligrar un poco el nivel de la obra y es un tema que se ubica dentro de las humoradas de "Shaka y Laka" (como se autodenomiban entre sí Charly y Pedro, un poco a la manera de los "Glimmer Twins" Jagger & Richards) como "Cucamonga Dance" de Tango 4. Con "Transformación", el mejor tema de Charly y otra vez compartiendo estrofas con Lebón y Aznar. Acaso aquí está el único punto de contacto con "aquel" Serú... años más tarde el mismo García versionó esta canción transformándola, justamente, en un monstruo.
"Déjame entrar" pone el foco en la reciente Guerra del Golfo (1991, y casi en sintonía con "Queso Ruso" de los Redondos, pero desde otro lugar) y los desatres ambientales, mostrando esa sensibilidad tan cara a Pedro Aznar. También hay una reversión de este track en el excelente disco de dúos que hizo el multiinstrumentista en 2004 con el piano de Adrian Iaies dejándola sencilla y exquisita al mismo tiempo...
"Nos veremos otra vez" es uno de esos lentazos de David al piano que entra tranquilamente en la línea de "Esperando Nacer" aunque sin ser tán épica. Igualmente la cohesión entre los cuatro da como resultado una canción sólida que tuvo cierta rotación en las radios. ¿Querían Beatles? Bueno, allí está "Si me das tu amor", bien McCartney en el bajo y desde las armonías, redondeando la idea puramente musical de este regreso que lamentablemente jamás se repitió, ya que Moro falleció en 2006. Para cerrar este disco, Lebón se hace cargo de su mote de Clapton Criollo y nos regala un blues que es "Muévete al Hablar". ideal para cerrar el episodio "de estudio" del regreso de una de las bandas fundamentales de la música vernácula.
Las presentaciones en vivo de Serú Girán en ese 1992 (donde hicieron 2 River) fueron más bien accidentadas, más que nada por un García que ya se estaba empezando a mirar en el distorsionado espejo que terminaría siendo "Say No More" y que había sido iniciado por "La Hija de la Lágrima" en 1994. Pero esa es otra historia
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