martes, 10 de abril de 2012

The Beatles, And In The End... (1970 - 2013)



Para quienes amamos la música, la separación de una banda a la cual seguimos es un dolor extraño porque de todos modos la música seguirá allí cada vez que se nos ocurra, como mínimo, poner un disco. Me pasó con Soda hace casi 15 años pero con los Beatles no, ya que aun faltaban 5 años y medio para que quien escribe esto asomara el marote por primera vez y 15 para que escuchara "A Hard Day's Night" por vez primera. Pero igual pasa algo parecido a un largo suspiro por el lado de la nostalgia, cosas de la mitología y las leyendas cuando se acerca una de estas fechas (las otras son el 29 de noviembre y el 8 de diciembre). Y ,qué duda cabe, que John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison lo son. Cada uno de ellos y en el principio bajo un mismo nombre que equivale a magia. Probablemente los Beatles sean la banda más escuchada y menos vista, ya que tocaron apenas 6 años en vivo... pero es indudablemente la más amada y más allá de las movidas del marketing, la salida de un "nuevo disco" de los Fab produce una sensación que solamente conocen los beatlemaníacos que desde hace 43 años siguen emocionándose al escuchar "Hey Jude", "Day Tripper" o "Something".
La disolución de los Beatles - el abandono de Lennon en 1969 y la confirmación de Paul al año siguiente en un día como hoy - es un dolor de crecimiento por el cual ellos y su música debieron pasar. Y nosotros, por supuesto, también. All Things Must Pass
Sin embargo siempre que se aborda cualquier momento de la historia beatle se lo hace de un modo similar al de la historia de... ¿Jesús?... ¿Al final Lennon no estaba tan errado?. Y hoy 10 de abril es una fecha doblemente significativa, ya que el anuncio de la ruptura va de la mano de la edición del primer disco solista de Paul, llamado justamente "McCartney", así, solo, sin el "Lennon / " que lo antecediese. Un golpe al centro de los sentidos de los beatleros de esa época.
Más allá de los datos y citas y frases que se han copiado y pegado hasta el hartazgo, e incluso mucho más allá de la decisión de sus propios integrantes, a 43 años los Beatles siguen más vivos que nunca. Y de ninguna manera es una frase hecha. Es toda una realidad. Al menos dentro de cada corazón que vibra co "I Want To Hold Your Hand".